miércoles, 29 de julio de 2009

...SI A LA EDUCACION SEXUAL !!!

Hoy en día, a diferencia de otras épocas, el debate sobre temas sexuales se ha transformado en algo cotidiano. La sexualidad se ha puesto de moda. Ha pasado de ser “eso de lo que no se habla”, para pasar a ser “eso de lo que hablamos todos”.
Problemáticas como el SIDA, el aborto, la violación o el transexualismo aparecen diariamente en noticieros, telenovelas y revistas de divulgación masiva.
La revolución y el despate sexual han servido, entre otras cosas, para sacar de la oscuridad muchas temáticas que necesitaban un tratamiento urgente, pero han contribuído también, a acentuar el comercio y la explotación que siempre han existido en torno al sexo.
La información sexual, aunque muchos padres quieran evitarlo, está al alcance de las mayoría de los niños y adolescentes a través de videos, revistas, video juegos y principalmente internet.
Tanto adultos como niños nos encontramos bajo un continuo bombardeo de estímulos sexuales. Pero estos últimos, a diferencia de los primeros, a raíz de la etapa por la que están atravesando, no poseen ni los criterios ni la represión suficiente como para poder digerir solos toda esa información, la cual mucha de las veces no es la adecuada.
En nuestra sociedad, si bien la sexualidad ha dejado de ser el tabú de años atrás, todavía no se ha tomado una posición de responsabilidad sobre la temática sexual. La posibilidad de una Educación Sexual que trascienda los límites privados del hogar es un tema de grandes debates y pocas soluciones reales hasta el momento.
Pero por otra parte, las/os docentes se encuentran cotidianamente con situaciónes de carácter sexual que no saben como resolver al interior de las escuelas. Los niños y las niñas ya no manifiestan su sexualidad de la misma manera y las/os docentes no disponen de conocimientos ni de patrones como para desempeñarse frente a estas situaciones. Las preguntas y las manifestaciones sexuales del desarrollo son cada vez más explícitas en los juegos y conductas de los niños y niñas.
La realidad es que las/os docentes no se encuentran formadas/os ni capacitadas/os para abordar este tema e intentan resolver las situaciones que se les plantean en el aula desde el sentido común. Y lamentablemente, en lo que a sexualidad se refiere, muchas veces el sentido común es el menos indicado para estas situaciones. Todos venimos de una educación represora y culpabilizante en relación a la sexualidad. La mayoría de los conocimientos que poseemos están cargados de prejuicios y mitos que nos son muy difíciles de detectar y desterrar. Por lo tanto, cuando la temática sexual es abordada desde la buena voluntad pero sin haber pasado previamente por un proceso de revisión de nuestras propias concepciones, está carga de prejuicios, mitos y falsas creencias que no posibilitan en los niño y niñas integrar su sexualidad desde un punto de vista saludable tanto física como mentalmente.
Por otra parte, los padres tampoco se encuentran capacitados para responder adecuadamentente los interrogantes que los niños plantean. Muchos padres encuentran difícil acercarse a sus hijos para abordar la temática sexual y no encuentran espacios donde ellos puedan volcar sus propias inquietudes e inseguridades en relación a este aspecto de la paternidad. Cuáles son los límites, qué información y cuándo informar son algunas de las preguntas que los padres se hacen sin poder encontrar una respuesta adecuada a su situación. Los marcos con los que nos manejabamos hasta ahora parecen no servir para resolver las situaciones que actualmente se presentan.
Si entendemos a la sexualidad como una función natural de los seres humanos que se inicia con nuestro nacimiento y que nos acompaña hasta la muerte, y que es un aspecto fundamental en las relaciones interpersonales y con nosotros mismo, no podemos hacer la vista gorda y descuidar algo tan primordial en el desarrollo de las personas.
Todos sabemos que el ejercicio de la sexualidad dentro de un clima de amor, respeto y confianza contribuye a nuestro desarrollo como personas, y esto, junto a una información veraz y adecuada a cada edad es lo más importante que podemos transmitir a los niños y jóvenes con quienes trabajamos a diario. La posibilidad de ejercer una sexualidad sana nos enriquece. Y esto se aprende desde la más temprana edad.
La Educación Sexual como una forma de contribuir en este proceso siempre ha sido una tema de muchas controversias. Cuando se habla de E.S. el primer debate que surge es E.S. sí o E.S. no, sin darnos cuenta que este dilema es falso. La E.S. siempre existe y siempre ha existido, lo que debemos plantearnos es que tipo de E.S. es la que estamos brindando y que tipo de E.S. es la que queremos que los niños o jóvenes reciban.
Como personas somos seres sexuados desde nuestro nacimiento (nacemos con un sexo biológico: macho o hembra) y por un proceso de socialización, de educación y de formación donde adquirimos hábitos y conductas nos convertimos en varones o mujeres. Pero nuestra sexualidad nos acompaña desde nuestro nacimiento y termina con nuestra muerte. Esto es así porque la sexualidad no es sólo el uso de los genitales (en las relaciones sexuales coitales), sino que tienen que ver con nuestros afectos, con el placer, con nuestras relaciones interpersonales como varones y como mujeres, como personas que tenemos un sexo. La sexualidad es mucho más que la genitalidad, si bien la incluye, y comienza con nuestro nacimiento, con nuestros primeros contactos placenteros, con las formas de dar y recibir el afecto, con nuestros deseos y sentimientos, con nuestras fantasías.
Si bien es una función natural del ser humano, sus necesidades sexuales también están mediatizadas por la cultura, la sociedad y el momento histórico que se vive, al igual que las otras necesidades biológicas, como comer, dormir, defecar, etc.
No podemos decir que las sexualidad humana se expresa en su forma natural, porque los seres humanos, como animales de cultura, respondemos a esta y nos adaptamos a sus normas y costumbre. Lo que años atrás no estaba permitido o no era vivido como natural ha cambiado con los años y hoy es aceptado y considerado dentro de nuestras pautas culturales.
Por lo tanto de la misma manera que enseñamos a un niño desde su más temprana edad a regular sus necesidades de alimento, de sueño, etc. también educamos las manifestaciones sexuales desde el nacimiento. Pero el inconveniente reside en que la mayoría de las veces no somos conscientes de esta educación y por lo tanto no podemos darnos cuenta del sentido de la misma. Erróneamente al creer que la sexualidad no se enseña porque al ser natural se aprende sola caemos en el grave error de dejar un aspecto muy importante del desarrollo de la persona en manos del azar cuando solemos ser muy meticulosos en la enseñanza de otras áreas quizás de menor importancia.
Definamos que es para nosotros la E.S.:
“La Educación Sexual es la parte de la educación general que incorpora los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarle para que cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y su sociedad”.[1]

La E.S. debe contemplar los siguiente puntos:
· Brindar una información científica y actualizada sobre la biología, la psicología y los aspectos sociales y culturales de la sexualidad.
· La información debe ser clara, acorde a la edad del educando.
· La E.S. debe partir de la realidad del educando haciendo hincapié en las situaciones concreta por las que este atraviesa y basándose en sus intereses e inquietudes.
· La E.S. debe ser mixta (coeducación entre varones y mujeres) y debe genera un clima que permita compartir las experiencia de cada uno.
· La E.S. debe contemplar la participación democrática, la comunicación horizontal y el ambiente lúdico para su desarrollo.
· La metodología de trabajo debe contemplar una programación de las temáticas en conjunto entre el educador y el educando.
· La E.S. debe realizarse en un clima de confianza y respeto mutuo por las diferencias.
· La E.S debe brindar información que permita actuar, saber que hacer frente a las distintas situaciones que pudren presentarse.

La E.S debe contemplar como puntos principales:
·mejorar la autoestima.
· ampliar las perspectivas en cuanto a lo que es Ser varón o Ser mujer permitiendo que los jóvenes se cuestionen los mandatos culturales aprendidos descubriendo en sí mismos y en los otros sus potencialidades como personas más allá del sexo al que pertenezcan pudiendo valorarse y valorar a los demás.
· entrenamiento en asertividad y habilidades sociales para que puedan aprender a expresar lo que sienten no sintiendo vergüenza por sus emociones, lo que también les da más seguridad para desenvolverse en otros ámbitos de su vida.
· incentivar una actitud crítica que les permita elegir con libertad siendo responsables de la elección tomada.

Por lo tanto, la E.S. no solo provee información sobre los aspectos relacionados al desarrollo y al ejercicio de la genitalidad, sino que para que pueda realmente contribuir a la formación de personas responsables, sanas, afectivas y libre debe por lo tanto contemplar todos estos aspectos y no reducirse a una simple clase informativa.
El sentirnos bien con nuestro cuerpo, con nuestros deseos y aprender a manifestarlos de una forma saludable también pude ser aprendido en la escuela. No neguemos esta posibilidad a nuestros niños y niñas y brindémosles nuestra ayuda para que su sexualidad se desarrolle positivamente, así como los ayudamos en el resto de su crecimiento.

[1] EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO DEL I.N.E.S.: “Metodología y Educación Sexual.” Editor INES. Col.: Educación Sexual. Vol. VIII. Santo Domingo, 1976. Pág.14.

Psic. Silvana Musso
Terapeuta Gestáltica
Sexóloga
Formada en Espiritualidad Femenina

jueves, 16 de julio de 2009

INVIERNO...

Recreando desde la nada


Siguiendo en sintonía con los ciclos de la naturaleza, el invierno es el tiempo para conectarnos con el espíritu, con la sabiduría que anida en nuestra alma.
El frío, el viento, la tierra despojada, ese momento en el umbral de la muerte, cuando todo está terminando y todo está por comenzar. Vacío fértil, semilla enterrada en la profundidad de la Madre Tierra, donde todo es puro potencial.
Afuera, en la naturaleza, el ciclo de la vida se cierra y está a punto de comenzar uno nuevo. Adentro podemos escucharnos, para que nuestro espíritu nos muestre el camino.
El invierno nos lleva a meternos para adentro, para soñar con el verdadero sueño del alma, no el sueño del consumo, de la urgencia, de lo superfluo, sino con nuestro verdadero Sueño, ese que vinimos a concretar en la Tierra. Es tiempo de introspección, de desplegar las alas del espíritu en búsqueda de Visiones que nos muestren el
camino a seguir.
Es el tiempo en que la Vieja Sabia camina por la tierra, recogiendo los huesos, para volver a dar vida. Es la que todo lo sabe y a quien podemos recurrir para visiones.
Esta sabiduría se encuentra, al igual que la semilla, dormida en cada una de nosotras y el invierno es el momento propicio para despertarla.
La Vieja Sabia es el arquetipo femenino que encierra la sabiduría, ese conocimiento que debemos rescatar de nuestro interior para que la vida cobre el verdadero sentido y no nos perdamos en los laberintos de la ilusión.
Las mujeres necesitamos recuperar esta figura femenina, necesitamos reconciliarnos con la anciana, la vieja, a punto de la muerte, vista como bruja, mala y sin embargo llena de los mejores tesoros después de haber vivido. Nuestra cultura nos ha llevado a desestimar este arquetipo y a vivir en la ilusión de la eterna juventud, pero la verdadera madurez, el aplomo, y la sabiduría vienen con los años, y cada etapa del ciclo vital tiene su propia riqueza.

miércoles, 1 de julio de 2009

CEREMONIAS DE LUNA LLENA PARA MUJERES


Cada Luna Llena a las 21hs. en Alquimia Terapias de Integración

San Martín 1172- Paraná- Entre Ríos- Argentina

T.E.: 0343- 4228445

La participación es gratuita

La Luna fue nuestro primer reloj, a partir de sus fases aprendimos del tiempo y sus ciclos. Nos guió y nos guía en la agricultura, en la pesca, determina cuando se produce la fertilidad, nos conecta con el Misterio, con lo oscuro, con la noche.
Desde tiempos remotos la mujer y la Luna han sido hermanas, y es que la Luna nos invita cada mes a hacer consciente el ciclo de nacimiento, crecimiento, muerte y regeneración que sucede en nuestro cuerpo femenino.
Nuestro ciclo menstrual y los ciclos de la Luna llevan el mismo compás, el mismo tiempo. Y es por esa razón que las mujeres en todo el mundo hemos vuelto a sentir nuestra profunda conexión con su energía y hemos retomado la antigua costumbre de nuestras ancestras de celebrar las Lunas.
Aquí, en Paraná, también estamos haciéndolo.
Todos los meses, un grupo de mujeres de distintas edades, niñas, jóvenes, adultas, ancianas, nos juntamos para celebrar, cantar, danzar y nutrirnos de la energía de la Luna.
Cada Luna encierra según el momento del año y el sigo zodiacal en el que se encuentre, una energía en particular que alcanza su máxima expresión en Luna Llena. A través de una meditación nos conectamos con esa energía y nos abrimos al aprendizaje personal que esa Luna nos propone.

Este espacio es abierto y gratuito. Si te interesa saber más simplemente acercate la próxima Luna Llena a las 21hs. o llamanos por teléfono.
Este espacio es para todas, te esperamos
Ps. Silvana Musso
Psp. Gabriela Perottino
Terapeutas Gestáltica
Formación en Espiritualidad Femenina
Alquimia Terapias de Integración
San Martín 1172- Paraná
T.E.: 0343-4228445